Julien Elsie, 4. Stories from the edge

Los que exprimimos Deux (2012) hasta sacarle todo el jugo ya llevábamos tiempo queriendo saber del bueno de Julien Elsie, así que ya pueden ustedes imaginarse mi cara de satisfacción al encontrarme hace unos días con 4. Stories from the edge en el buzón. No pude contener las ganas de apoyar la aguja sobre el EP, aunque antes me vi obligado a contemplar durante un par de minutos la cubierta, que tampoco tiene desperdicio.

Vamos al lío con “Unusual Circuit of Distress and Pain”, la encargada de abrir el disco. Guitarra acústica y violín nos dan la bienvenida, nos metemos en situación. Poco después se les suma el tercer instrumento, esa voz grave e inconfundible del extremeño que nos trae a la cabeza de forma casi  inevitable al mismísimo Leonard Cohen. Es un tema denso y lúgubre que bien podría colarse en alguna escena de la serie de moda, True Detective.

Si tuviera que quedarme con una de las seis canciones que dan forma a este trabajo –por suerte no lo tengo que hacer–, sería “So long (in the water)”, en la que Cira Fernández le echa un cable aportando su voz en un segundo plano. Ambas voces empastan a la perfección y consiguen rozar lo sublime en el estribillo, sencillo a la par que brillante.

Antes de cerrar la cara A, Julien consigue llevar a su terreno con maestría el guitarrero “Failures of the Modern Man” de Joy Division, ahí es nada. Para lograr tal hazaña se ayuda de algún ramalazo electrónico, y el resultado es, cuanto menos, curioso. Al darle la vuelta al disco comprobamos que se mantiene el nivel gracias a “Say Goodbye”, a medio camino entre el dream pop y el folk psicodélico.

“The Hand that Signed the Paper” aporta un aire optimista y guerrero que no se había dejado ver hasta ahora. Está inspirada en un poema de Dylan Thomas, y gran parte de la culpa de este resurgir positivista la tiene el piano, que ya estaba tardando en aparecer. Y la despedida corre a cargo de “Jesus in the Sand”, donde podemos apreciar la faceta más anárquica, instrumentalmente hablando, de Julien Elsie y sus secuaces. Los diferentes instrumentos van cabalgando en la misma dirección haciendo un recorrido distinto. Es la voz de Elsie la que consigue guiarlos a todos en medio del desierto.

Por último, no podemos más que agradecer al crowdfunding el poder disfrutar de esta joya en formato mediano. Sin los mecenas, todo esto sería más complicado aún de lo que ya es. Ahora toca quedarse esperando en la orilla hasta que lleguen esas nuevas historias.