Noches crepusculares

Barzin + Charles Lavaigne
Martes 22 de abril de 2014
Teatro del Arte @ Madrid

Dentro del ciclo SON Estrella Galicia y con la organización de la pequeña y flamante promotora Georgeous George, aterrizaba en Madrid el canadiense Barzin Hosseini en un espacio tan idóneo como el Teatro del Arte, lugar que mima y potencia el pequeño formato y los sonidos más íntimos. Era una de las paradas de una extensa gira que por el resto de la península organiza Born! Music. Venía a presentar su nuevo y delicioso disco To Live Alone In That Long Summer (Monotreme Records, 2014). Medio aforo entregado que desafió el poder de convocatoria de la Champions del Atlético-Chelsea y se dejó envolver por el folk y la americana aterciopelada. Música de kilates la del canadiense Barzin.

El concierto fue breve pero intenso. De alto vuelo y para paladares exigentes. Retornó a Madrid tras su paso por la librería La Buena Vida en otoño de 2009, y abrió su repertorio recuperando ‘Past All Concerns’ un tema de su álbum de debut Barzin (2003), pero con nuevos arreglos y un halo embriagador gracias a un excelente cuarteto que le acompañaba (su batería Marshall Bureau; un nuevo bajista; una xilófonista / vibrafonista y corista; y su eterno compañero, guitarra y pedal steel guitar Nick Zubeck, que coproduce su último disco), elevando la calidad de sus canciones a la magia del vivo, sin arreglos suntuosos pero con la esencia bien aumentada. No faltaron dos maravillas del último disco, “All the While”, el flamante single y videoclip, y “Without Your Light”. Dos canciones que son puro caviar de soledad iluminada como la envolvente “Let’s Go Driving” y la letanía de “Won’t You Come”, de su disco My Life In Rooms (2006). De su exquisito disco Notes To An Absent Lover (2009) solo sonó “Nobody Told Me” . Brilló la cadencia intimista, la ‘americana’ que noquea los sentimientos más fundamentales, ese folk enraizado con las esencias. Y todo sonó divino, y etéreo.

Los arreglos no se echaron de menos porque la magia de sus canciones estaban ahí presentes. Versionó a Jason Molina y sus Songs: Ohia (“Cross The Road”), reivindicando a sus contemporáneos y la delicadeza del folk auténtico, pero llevándolo a su terreno. En los bises, para rematar, tuvo el detalle de atender la petición de alguien del público y tocó ‘a pelo’, en acústico, ‘”Just More Drugs”, que sonó auténtica y rotunda. Detalles de los grandes, como se los he visto a Yo La Tengo, que atienden peticiones del público aunque sean canciones casi olvidadas de su repertorio.

Abrió la velada Charles Lavaigne, con una voz muy personal y cautivadora, destilando en formato trío un folk de raíces con un toque oscuro, entre Tom Waits y Nick Drake. Muy convincente y personal con seis canciones poderosas como “Train To Toledo” y mágicas como “Death”, de su último largo The Birdfish, con un punto épico, reducido a su esencia en ese formato trío (acústica y voz, chelo y teclados) muy poderoso, y con un ‘lalalá’ coreado por el público que fue el cierre ideal a un sabroso aperitivo para lo que vino después.

Imagen: theyedropper