¡Más que un anuncio de Champú!
Día desapaciblemente lluvioso el que acogió al concierto de Redd Kross en la Sol el martes 21, así que sumergirse en las fauces de la sala, además de cumplir su función –poder verles–, fue un acto de alivio primigenio. El trío madrileño Challenger! dio el pistoletazo de salida en medio de una sala (que, por cierto, cumple su 35º aniversario) abarrotada por un público, como era de esperar, de treinta años para arriba. Challenger! acaban de sacar su tercer disco AGH! grabado íntegramente en directo, al igual que el anterior Ümelsion (2010), en los estudios Brazil. Estos tres chicos que llevan dándole al asunto musical desde 2004 se crecieron, y bien crecidos, en el escenario de Sol. Una ráfaga de canciones contundentes con sonido impecable. A quienes les hemos seguido la pista de cerca nos demostraron que están musicalmente en un buen momento.
Redd Kross no se hicieron esperar. Es asombroso ver cómo una banda que lleva tres décadas haciendo música es capaz de abordar una puesta en escena llena de frescura y diversión como si de un grupo advenedizo se tratara. Jeff McDonald, con una vestimenta propia de un acólito de una comuna hippie californiana, estridente e imposible, no paró de dar lecciones de cabellera al viento, por momentos volando por los aires, por momentos tapándole la cara, pero sin perder un acorde ni una estrofa. Su hermano Steve, bajo y voz, lanzaba guiños provocativos a un público completamente entregado a la consecución de temas. Roy McDonald, un maestro de la batería, no solamente toca bien, también le gusta eso de hacer buenas puestas en escena, como esos lanzamientos al cosmos de baquetas que recogía con soltura y atino. Menos mal que Jason Shapiro, a la otra guitarra, no es de la familia…
Un repertorio de lo más variado, con canciones de ayer y hoy, en donde el recorrido por su discografía no pudo ser mejor. Empezaron con Switchblade Sister, pasando por Lady in the Front Row, Jimmy’s Fantasy y Crazy World, de su disco Phaseshifter (1993). De su último LP, Researching the Blues (2012) sonaron la canción que da nombre al disco, junto con “Stay away from downtown”, “Uglier” y “Choose to Play”. Sin olvidarse de temas de “Show World” y “Third Eye”.
En resumen Redd Kross no forman parte de esas bandas yermas por su propio rodaje, el entusiasmo estuvo a flor de piel, tanto entre los músicos como entre el público, entregado a un concierto de powerpop a tope. No hubo concesión a los medios tiempos, con guitarras atronadoras, estribillos reconocibles y coreables y puño en alto.