Cuello, ¡a degüello!

CUELLO + ROLLERCOASTER KILLS
Wurlitzer Ballroom
Jueves 16 de enero de 2013

Lo de Cuello es impresionante. Una banda que con un disco vertiginoso, audaz y adrenalínico, ha conseguido darle una nueva vuelta de tuerca al hardcore español y al punk rock. Mi brazo que te sobre (BCore, 2013) es un discazo, rebosante de intensidad, argumentos y letras ácidas, a pesar de ese toque de resquemor y de resentimiento.

Cuello vienen de la semilla de Betunizer, una de las mejores bandas de rock de aquí, dando a Valencia un protagonismo en el rock indiscutible. José Guerrero es el frontman de Cuello pero también el guitarra y cantante en Betunizer, y el bajista en Jupiter Lion. Y eso ya es señal de calidad.

Pero siempre lo difícil es superar en intensidad lo que se ha grabado en el estudio. Y Cuello tiene una rabia y un directo apabullantes. Un cuarteto sólido donde los haya. La fuerza de las dos guitarras y cómo el bajo apuntala. Y con un batería que es un monstruo de las baquetas, de esos que empiezan con tres camisetas (flipante ver a un batera de rock con una camiseta de Esplendor Geométrico) y que acaban en gayumbos, y con una profesionalidad de libro a pesar de estar a punto de echar la pota. De esos que te agitan, te hacen saltar, moverte. Hubo quienes, en plena felicidad y éxtasis, hasta se lanzaron a la multitud y fueron zarandeados por el respetable que estaba pletórico con la energía y el buen rollo presente. Y es que los directos tienen magia, sobre todo si hay chicha, robustez y las canciones ganan en presencia. Y todo pese al sonido embotado de la Wurli.

Sonaron tres cuartas partes de su primer disco, con hits indiscutibles como “Estudiándote”, “Mosquetero Débil Cisne”, “Trazo Fino” o “Fácil pensé”, con ese punto ska adictivo. Tocaron temas nuevos que hacen apetecibles su próximo LP (“Zepelin”, “Campeón” y “Magazine”, entre ellas). Además, son conscientes de su punto underground y editaron el disco solo en vinilo.

Tres cuartos de entrada para un jueves en el que Cuello conquistaron Madrid ante una audiencia fiel y feliz que coreaba a grito pelao sus letra. Abrieron fuego el grupo madrileño Rollercoaster Kills, con un sonido muy garajero y fiero. Un power trío (guitarra, bajo, batería) con temas que enganchan.