¡Candela! Dale Za! a tu vida y verás
Za! + One of These Days
@ Sala El Sol (Madrid)
Viernes 18 de octubre de 2013
De un tiempo a esta parte los dúos musicales no dejan de sorprenderme (ya sean extranjeros: Moon Duo, Japandroids; o nacionales: Diecisiete, Za!). Y, ¿cómo una formación reducida a la esencia, en general sin presencia de bajo, puede resultar casi más impactante que un trío, cuarteto o quinteto? Porque muchas veces menos es más.
Los barceloneses Za! llevan un tiempo ofreciendo su peculiar propuesta que mezcla ritmos rotos, disonancias, free jazz, kraut rock, hardcore, experimentación y muchas más descargas, como atmósferas africanas, latinas y tropicalistas. Un mejunje digno de atención y una mezcla fresca y única. Creo que es de las bandas más originales y marcianas de nuestra geografía. Y tienen en ese punto de locura, de experimentación, ese algo arrebatador que atrapa al oyente ávido de sonidos que rozan los límites, que fusionan y que se impregnan de diversidad y de matices.
El repertorio se centró en ‘Wanananai’ (Gandula records, 2013) con dos momentazos espectaculares, como fueron la interpretación de “Gran Muralla China” y “Súbeme el monitor”, con un loop de trompeta que preside el inicio y el vocoder sirviendo de revulsivo vocal con mucho sentido del humor. Se dejaron en el tintero temas con mucha chicha funk, como “Mr. Reality” o las tres partes de “El Calentito”, con esos ritmos juguetones y tórridos. Pero también hubo momentos en los que retomaron los sonidos de ‘Megaflow’ (2011) o ‘Macumba o muerte’ (2009).
A pecho descubierto, los dos Za! se dejaron la piel: Spazzfrica Ehd en la batería (también hace coros y teclados), un portento del ritmo y de romper, recomponer y arrollar; y Papa Dupau (voz, samplers, trompeta, teclados, efectos, guitarra). El suyo es un universo musical y vital muy particular que engancha por su lado totalmente libre, por el sentido del humor, por su autenticidad y originalidad, por la intensidad en directo. Bandas así son atípicas y necesarias. Rozan los límites, pueden estirar y estirar los sonidos hasta romperlos, también pueden saturar al oyente o resultar poco accesibles: pero ahí radica su interés, en ser poco explícitos y complacientes.
Ejercieron de teloneros los coruñeses One of These Days, un cuarteto muy psicodélico y con una propuesta casi mayoritariamente instrumental. Muy convincentes, con un sonido robusto y con canciones voladoras, lisérgicas y con magia que recordaban lo más granado de la psicodelia. Su directo fue acompañado de unas visuales elaboradas por Thee Heavy Random Tone Colour Lab que servían de colorido expansivo y congeniaban a la perfección con la música. A seguir de cerca.